viernes, 21 de octubre de 2011

Quería compartir cómo me sentí hace unos días...


Hola, quería compartir cómo me sentí hace unos días. Había una vez una alumna que no hablaba ni se comunicaba de ninguna manera, se metía las manos en la boca de forma obsesiva, no me miraba, no seguía objetos con la vista, andaba inestablemente y con rigidez.  Al conocerla asumí un reto personal: al quedarme sola con ella, sin ruidos ni distracciones me pude dar cuenta que la niña, muy bajita y yo muy alta, sólo veía mi barriga. Hice algo sencillo: me agaché y la miré. Ella no hacía lo mismo. Empecé a escuchar sus sonidos, su respiración. Decidí imitarla. Entonces tomó conciencia de que yo estaba allí, a su lado: Durante quince minutos no apartó su mirada de la mía. Se reía, yo también, ella lo hacía más aún. Yo paraba: ella también. Movía mi cabeza y ella me seguía. Comencé a hacer ruídos con mi cara, respiraba, tosía, cantaba, soplaba y la pequeña me miraba. Entonces cambiamos de postura y la mecí en mis brazos. La coloqué cerca del corazón para que escuchara. No dejó de mirarme. Después nos tumbamos de lado, cara a cara y puse sus manos agarrotadas sobre mis mejillas. Empecé a mover mi boca. Ella no dejó de mirarme. Al quitar mis manos de las suyas ella no se movió, continuó ahí. Sus manos no estaban en su boca sino que reposaban plácidamente sobre otra piel que, de alguna manera, le transmitió una sensación agradable. Ese momento de conexión, de miradas entre cruzadas, han hecho que cambiara totalmente mi percepción. Cómo nos llevamos dejar por las primeras impresiones y por nuestras expectativas. Conectamos durante más de treinta minutos. Fue algo maravilloso. Tengo muchísimo que aprender pero esto que he vivido me motiva másy más. Me enseña lo especial que es mi trabajo...


 Guadalupe Ferrera Castillo

1 comentario: