"¿Cómo puede ser esto así?"
"¿Es posible que un parque infantil haya este tipo de material?"
Sí, convéncete, lo que tus ojos están viendo no es producto de tu imaginación, es real. En esta ciudad centroeuropea, en los parques públicos, en esos en los que los niños pasan tardes jugando hay conos giratorios, plataformas, camas elásticas y barras con el suelo desnivelado. Materiales dirigidos a la estimulación a través del movimiento (estimulación vestibular científicamente hablando): giros, volteos, rotaciones, cambios de sentido, equilibrio,...Todo ello para facilitar el descubrimiento y el control del propio cuerpo tan necesario en edades bien tempranas.
Antes este tipo de conocimientos los adquiríamos inconscientemente tirándonos por cuestas, subiéndonos a árboles, rodando por el suelo. Ahora en las ciudades, incómodas y llenas de peligros, los espacios para los niños son pequeños, pocos y están mal equipados. El cambio del estilo de vida de la sociedad no ha asumido la transformación de las estructuras, lo que ha limitado el desarrollo de ciertos aprendizajes, sobre todo los relacionados con el cuerpo y el movimiento. Niños que cada vez pasan más horas en el interior sin hacer ningún tipo de actividad física, niños que, con o sin discapacidad, verán mermado su desarrollo psicomotor en cada una de nuestras ciudades.
Miremos atrás y parémonos a reflexionar por un instante qué habría sido de nuestra infancia sin unos leotardos rotos, sin unas piernas llenas de rasguños, sin los chichones causados por locas carreras en cuestas imposibles,...La infancia necesita más que nunca de todos esos accidentes, de esos espacios y materiales. No limitemos más el desarrollo de los pequeños, ya es hora de ponerse a correr, saltar, girar,...
Carmen Hidalgo
Carmen Hidalgo
Totalmente de acuerdo contigo, Carmela! La falta de espacio en pueblos y ciudades ha traído consigo muchos parques de tamaño mini, en los que los niños que se columpian se chocan con los que están bajándose del tobogán (por no hablar que esos suelen ser los únicos juguetes de los que disponen). A lo mejor sería preferible que hubiera menos parques, pero más grandes y mejor equipados.
ResponderEliminarEn la zona en la que vivo, no hay columpios. hay un parque de albero, árboles y bancos sucios, pero todos los días salen un grupo de madres, algún padre y muchos niños y niñas con balones,bicis cacharritos de cocina...Da gusto verlos correr,buscar palos y piedras, escarbar en la tierra para hacer comiditas. En medio de este "paraiso" hay madres que se empeñan en llevar a sus hijos de 4 o 5 años a futbito o a tenis, aunque los niños protesten. Para mi tiene mucho mas valor este espacio en dónde los niños se relacionan con sus iguales y se autogestionan, a la vez que hacen ejercicio, que todas las actividades dirigidas por un monitor por muy bueno que sea. Las actividades extraescolares a veces sustituyen este juego libre que tan rico y placentero es para los niños
ResponderEliminarPues sí, simplemente un espacio amplio, con tierra, piedras, un sitio donde encontrarse con otros niños, pelearse, conciliarse e inventar juegos nuevos,
ResponderEliminarUn saludo.